En treinta días, la estatal SOFSE pasaría a controlar TBA

FERROCARRILES DEL SUD --  ACTUALIDAD DESTACADA DEL PAIS

Se hará cargo de las líneas Sarmiento y Mitre.


El Gobierno está resuelto a dejar en manos de la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) el control y explotación de los trenes metropolitanos de pasajeros de los ramales locales de las ex líneas Mitre y Sarmiento.

En tanto, el manejo de esas prestaciones, cuyos diagramas superan el despacho de más de 600 trenes diarios, comenzó a recaer en los cuadros técnicos de la UGOFE, en donde sólo se mantendrán activos profesionales de los grupos Roggio y EMEPA.

Es muy posible que a los cuadros de la SOFSE puedan sumarse técnicos de la ex TBA, siempre que no estén comprometidos con la cúpula de Cometrans.

Ese dato aseguraría un escenario de “paz laboral” a la transición operativa que está en marcha en el Mitre y el Sarmiento.

El reclutamiento de los nuevos elencos gerenciales y operativos de la SOFSE no debería deparar complicaciones porque buena parte de los técnicos activos en las concesionarias fue personal de la ex Ferrocarriles Argentinos o de la ex Femesa (Ferrocarriles Metropolitanos).

El mayor problema estribaría en las tareas de mantenimiento pesado de los trenes que Cometrans derivó a su taller de EMFER, ubicado en el partido de San Martín, mientras que ahora para garantizar esas tareas deberá potenciarse al máximo la actividad que tuvieron en el pasado los talleres de Haedo, Liniers y Villa Luro, instalaciones que la ex TBA tuvo siempre bajo concesión y que dejó decaer deliberadamente para privilegiar su negocio ferroviario.

En los últimos tres años la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) siempre se mostró activa en sus tareas de contralor de las concesionarias. Así, en el caso de TBA la CNRT llegó a sancionar a esa concesionaria con un cúmulo de 250 multas y reclamos periciales que fueron, inexplicablemente, pasados ligeramente por alto por la Secretaría de Transporte.

Con todo ese escenario a la vista puede valorarse que la decisión política de caducar la concesión de TBA, además de implicar la vuelta al sistema ferroviario del Estado, que se retiró entre 1992 y 1995 tras el avance de una restructuración de resultados nefastos impulsada por el Banco Mundial, la Secretaría de Transporte y la SOFSE deberán esforzarse en mantener una estrecha relación que muy pocas veces fue armoniosa con la ex Ferrocarriles Argentinos.

Con la crisis en el 2002 de la convertibilidad monetaria el gobierno de Eduardo Duhalde declaró una emergencia ferroviaria que a lo único que apuntó fue a aliviar las responsabilidades contractuales de las concesionarias.

Pero los subsidios siguieron cuesta arriba y los servicios entraron en un franco deterioro donde las tareas de limpieza y vigilancia pasaron a ser una inevitable variable de ajuste.

Diario Bae 
 29/05/2012