Recuperar la infraestructura ferroviaria es un imperativo para resolver los límites del transporte por camión.
En su reciente visita a San Juan, el ministro de de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación se refirió a la intención de recuperar el flete ferroviario para bajar los actuales costos del transporte en la cadena productiva. Según afirmó Norberto Yauhar, en la Nación se está trabajando con una gran inversión tanto en sistemas ferroviarios como en materia de transporte fluvial, lo que en conjunto llevaría a abaratar en un 40 o 50% los fletes de las regiones del norte del país.
Las buenas intenciones del Gobierno nacional, particularmente a través de la cartera ligada al agro, no es una tarea fácil y menos en estos tiempos de limitados presupuestos oficiales, porque toda política de reconstrucción ferroviaria deberá revertir una serie de deterioro y limitaciones que se fueron acrecentando en las últimas cinco décadas. El borrón y cuenta nueva implica replantear el transporte de mercaderías que necesita la economía del país, integrando al tren de carga con el camión sin que el medio carretero sea quien predomine por presiones sectoriales o intereses económicos como ocurre actualmente con su onerosa prestación. Por ello lo importante es invertir en infraestructura a fin de complementar los diferentes medios de transporte y en particular aprovechar el sistema ferroviario argentino que llegó a tener el 45% de las vías férreas de América latina, hasta su lamentable desmantelamiento y paralización. Las línea del Belgrano Cargas es el ejemplo palpable de los sanjuaninos, con rutas sobrecargadas por enormes camiones y ramales ferroviarios abandonados.
Estas obras de infraestructura básica deberán responder a una política de Estado, por las inversiones a largo plazo que demandan al Estado y las concesiones que deberán tener un desempeño óptimo, para lo cual los plazos deben contemplar las amortizaciones del material y las obras complementarias.
La necesidad de optimizar el transporte de cargas está relacionada íntimamente con el crecimiento y el potencial económico. La Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) observó en un reciente estudio, que América del Sur tiene una brecha de 74.500 millones de dólares, equivalentes al 3,4% del PBI regional entre la oferta y la demanda de infraestructura. En esto incide el desempeño logístico y la eficiencia y competitividad de los mercados.
Diario de Cuyo
16/05/2012