Cancelaciones y demoras por problemas con los maquinistas

FERROCARRILES DEL SUD -- ACTUALIDAD

De los 360 que fueron sometidos a exámenes similares a los de los pilotos de avión, 110 no los atravesaron con éxito. Con menos conductores habilitados, cada vez se ven afectados más servicios.
         
En medio de los últimos anuncios de créditos externos destinados a la modernización del Belgrano Cargas y la línea Roca, y de las reiteradas apariciones del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para remarcar que el próximo año llegarán los nuevos trenes chinos del Sarmiento, ha comenzado a asomar en el sector ferroviario un dato inquietante que afecta a los servicios de la región metropolitana.

El 30% de los maquinistas que se sometieron a los nuevos exámenes de aptitud psicofísica –que se basan en los parámetros que tienen los pilotos aéreos– terminaron “bochados” y sin la correspondiente habilitación para seguir operando los trenes urbanos de pasajeros.
Hasta ahora, tanto las autoridades del área de Transporte, como los dirigentes del gremio de La Fraternidad, no quieren sacar este tema a la luz, pese a que ya estaría provocando cancelaciones de servicios en algunas líneas por la menor cantidad de maquinistas habilitados para correr los trenes.
De un total de 360 conductores de distintas líneas que afrontaron las nuevas evaluaciones clínicas y psicológicas desde principios de noviembre, 110 fueron rechazados por registrar problemas de visión, audición, lumbalgia, deformaciones cervicales y trastornos psicológicos.
A esta situación que ha encendido las señales de alerta en el Gobierno, se sumó otra novedad preocupante derivada de los controles diarios que se efectúan a los conductores que toman servicio.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, más del 20% de la dotación de maquinistas del Sarmiento quedaron desafectados en las últimas semanas por presentar alteraciones cardíacas y pulsaciones elevadas al momento de iniciar sus tareas.
Sobre un plantel de casi 300 conductores y guardas que tiene la castigada línea eléctrica que une Once con Moreno, ya habría un grupo de 62 trabajadores que no pasaron las pruebas rutinarias por problemas de alta presión y aceleraciones cardíacas.
A todos los que no superaron el filtro de los exámenes periódicos y los controles diarios, las concesionarias privadas y la operadora estatal SOFSE, que se hizo cargo del Sarmiento, les ofrecen cambiar de tareas o aceptar un retiro voluntario que incluiría determinados incentivos económicos.
Por el momento, los que fueron desafectados de prestar servicios siguen cobrando la totalidad de sus sueldos, que se cubren con los subsidios estatales.
Mientras aguardan una definición, muchos de ellos anticiparon que no van a aceptar desplazamientos arbitrarios a otros puestos operativos.
En tanto, desde las empresas operadoras y el gremio de los maquinistas ya habrían comenzado a reclamarle al Gobierno que cubra las vacantes con la incorporación de nuevos conductores.
La decisión de reforzar los controles psicofísicos a los maquinistas con chequeos y análisis similares a los practicados a los pilotos había sido anunciada por Randazzo cuatro días antes de las elecciones legislativas de octubre junto con la “estatización operativa” de los servicios del Sarmiento.
Con esas medidas y otras vinculadas con la seguridad y circulación de los trenes, el Gobierno salió a contrarrestar las fuertes críticas que venía recibiendo de los usuarios y de la oposición por el accidente registrado el 19 de octubre en la estación Once, el tercero de extrema gravedad que acumuló la línea Sarmiento en el último año y medio. 
Clarín
18-12-13