Roque Cirigliano admitió que la “última reparación” del tren que chocó en Once fue “entre 1995 y 2001”

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28 mayo, 2014



No fue el día más oportuno. Justo cuando el ministro del Interior, Florencio Randazzo, convocó a una conferencia de prensa para anunciar que demandaría penalmente a los padres de unos  chicos que habían pintado un graffiti en un tren nuevo, el ex gerente de Material Rodante de la empresa Trenes de Buenos Aires, Roque Cirigliano, afirmó hoy que el 45 por ciento de la flota del ferrocarril Sarmiento había sido renovada antes de la tragedia del tren de Once, aunque aclaró que el chapa 16, protagonista de la tragedia, no formó parte de este lote, y que su “última reparación general había sido entre 1995 y 2001”.
Cirigliano pidió ampliar su declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 que juzga a los acusados por el choque del tren el 22 de febrero de 2012 que causó 51 muertos, entre ellos una embarazada, en la estación de trenes de Once.
El procesado pidió hablar para aclarar aspectos vinculados a las supuestas mejoras introducidas a trenes de doble piso y los horarios en que circulaban y a la existencia de elementos de seguridad en los trenes y de primeros auxilios, en base a preguntas que se hacen a los testigos que declararon hasta el momento.
En ese marco, Cirigliano afirmó que hacia el 2011 el 45 por ciento total de la flota había sido ‘reprocesado a nuevo con nueva tecnología y modernizada‘ y tanto estos trenes como los de doble piso incorporados cumplían servicio ‘en toda la franja horaria y especialmente en los horarios pico‘.
Pero en el caso del chapa 16, el tren siniestrado, formaba parte de un lote de coches que no se reparó en esos años, “eran tradicionales Toshiba y su última reparación general había sido entre 1995 y 2001”, puntualizó.
Cirigliano se negó a responder preguntas relativas a otros temas, como el mantenimiento, entre ellas el estado de los frenos y los controles que tenían en el chapa 16.
El ex gerente con 33 años de carrera en el Sarmiento, cuando era estatal y luego en la privatización, calificó al choque como un ‘desgraciado accidente‘ y dijo que para ese entonces había cinco formaciones de doble piso en circulación y luego, en abril de 2012, se incorporó una sexta. 
Además refirió a los jueces que todos los testigos niegan haber visto elementos de seguridad o de primeros auxilios en los vagones porque las normas ferroviarias disponen que los primeros se guarden en las cabinas de conducción y los de asistencia en las estaciones, cuando se trata de servicios urbanos.
“En 33 años de experiencia estatal y privada nunca hubo en los vagones elemento de seguridad alguno, se ubican en las cabinas y obvio que no están a la vista de los usuarios‘, dijo en la indagatoria.
“Niego terminantemente‘ que los equipos de aire frío calor que se instalaban en los trenes ‘no hayan funcionado‘, agregó en un momento de su declaración en el que recibió un abucheo por parte de familiares de víctimas que lo escuchaban en la sala de audiencias del subsuelo de los tribunales federales de Retiro.
La audiencia culminó con un nuevo cruce entre el presidente del Tribunal Jorge Tassara y el abogado querellante Gregorio Dalbón, quien había reclamado medidas para con los integrantes del público que abuchearon al imputado.
“No podemos taparle la boca a las personas‘, respondió Tassara en la discusión y agregó que ‘en 20 años‘ de presidir juicios orales nunca tuvo ‘un querellante‘ como Dalbón, a quien pidió ‘por favor mantener el orden‘.
Por la tragedia del tren de Once se juzga a los ex secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, al ex interventor de la Comisión Nacional del Transporte Pedro Ochoa Romero, al maquinista Marcos Córdoba y a los empresarios Mario y Claudio
Cirigliano, además de la línea gerencial de la ex concesionaria TBA.
El debate continuará mañana a las 10.

EL CRONISTA COMERCIAL