ESPERAN OBTENER AL MENOS $ 12 MILLONES POR 3000 TONELADAS DE CHATARRA FERROVIARIA

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Varios lotes de coches, vagones, máquinas, rieles y durmientes en desuso serán subastados a través de una plataforma de venta en línea
Las pilas herrumbradas de material ferroviario en desuso que llenan numerosos talleres y depósitos de todo el país tienen sus días contados: el agresivo plan del Gobierno para vender estos artículos sigue su curso con una nueva subasta prevista para el próximo 25 de octubre, cuando se ofrecerán 3000 toneladas de estos elementos.
“El mercado para ese tipo de materiales está en alza”, reconoce a LA NACION Juan Pablo Ardohain, gerente general de Narvaez Superbid, la plataforma online de ventas donde se pusieron a disposición los distintos lotes de chatarra. Aunque la recepción de ofertas está abierta desde hace dos semanas, todavía no han recibido ninguna muestra de interés.
Pero este dato no preocupa a la compañía, que afirma que el 90% de las ofertas se realizan el mismo día de la subasta. De hecho, Ardohain es entusiasta con la posible recaudación que conseguirán: “Si la otra vez estuvimos en $ 4 [el kilo], un precio razonable para los rieles, por las 3000 toneladas yo creo que se van a superar los $ 12 o $ 13 millones”, pronosticó.
Asimismo, el ejecutivo reveló que el Ministerio de Transporte se dispone a llevar adelante otra subasta en la primera semana de diciembre. “Es probable que sea por un poco más de 3000 toneladas. Primero avanzamos con material de Capital y Gran Buenos Aires, ahora estamos en la ruta 8 y para diciembre seguramente será Mendoza”, aseguró.
Oro puro
El Estado tiene relavadas unas 65.000 toneladas de chatarra -coches, vagones, máquinas, rieles, durmientes, etc.- por las que prevé obtener unos $ 300 millones en las distintas subastas que viene organizando. Ese cálculo podría ser ampliamente superado a futuro: se calcula que todavía hay un millón de toneladas sin inventariar en todo el país.
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Federico Failace, jefe de Marketing de Narvaez Superbid, destacó las potencialidades vinculadas a estos materiales. “Hoy los valores del mercado están por arriba de los precios internacionales. Al haber poco acero, la chatarra se vuelve muy valiosa. El Gobierno tenía oro puro apilado en sus depósitos”, afirmó

La plataforma que gestiona la empresa ha hecho posible mejorar las ofertas: en la subasta de agosto, cuando debutó el sistema, la tonelada de riel en desuso se vendió a $ 4823, un incremento del 71% respecto a los $ 2700 promedio obtenidos por el mismo material el año pasado. En esa oportunidad, se alcanzaron $ 4 millones por 870 toneladas de chatarra.
Además, posibilitó democratizar el proceso de venta. “El Estado tenía dos compradores que podían quedarse con 500 toneladas de chatarra fácilmente sin licitación alguna”, dijo. Ahora, los compradores con menor capacidad de pago pueden participar también. De la última subasta, formaron parte 32 postores.
La Nación / Negocios
12/10/17